miércoles, 28 de abril de 2010

Seran como dioses

24 de Diciembre de 2009Carta pastoral“
Les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.Esto les servirá de señal: Hallarán al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.” (Lc.2,11-12)Queridos Hermanos y Hermanas:Cada año el Señor renueva su decisión de mostrarnos su Amor. Navidad es la oportunidad que Dios tiene de darse a conocer, y recordarnos que El es parte de nuestra historia. Aquella que ya pasó, la presente y la que vendrá… “Cristo ayer, hoy y siempre”.El compromiso de Dios con la historia, la tuya, la mía, la de todos y todas, las naciones y pueblos, lo hace diferente a todos los otros dioses, pues nuestro Dios ha decidido ¡ENCARNARSE! Y ser parte del tiempo.El Hijo del Dios Creador, ahora Dios humanado, ¡Hijo de Hombre!; para que el hombre se haga ¡Hijo de Dios!Y la verdad es que, desde todo punto de vista, no hay nada más maravilloso que un Dios que, siendo igual al Padre, el Creador de todas las cosas, haya querido pasar por el vientre de una mujer, nacer como un bebé, tener una familia y una historia, teniendo como antepasados a David y Abraham, personas famosas y respetables. Pero lo más asombroso es que entre sus antepasados también se encontraban mujeres y hombres de mala reputación. Es así cuando asumimos de verdad la historia, nuestra historia. Nadie elige la familia, ni los antepasados. Pero son tan parte de nosotros que si nos negamos a asumirlos, perdemos también la oportunidad de conocernos y asumirnos tal como somos.Por eso cuando oigan que Jesús nació: ¡Levántense! ¡Pónganse en pie! No se queden en pensamientos románticos de Navidad, sino maravíllense de que Él, siendo Hijo de Dios, del Eterno y Todopoderoso Dios, eligió también ser llamado Hijo del Hombre, para hacernos a nosotros los hombres, Hijos de Dios.Él, siendo Hijo del Dios eterno, quiso tener un padre humano, para darnos a nosotros, al Señor como Padre. Tu corazón puede sentir y tus labios pueden decir: “Padre nuestro que estas en los cielos…”Pensándolo un poco, es más fácil que Dios se haga un ser humano como nosotros, pues el que tiene todo en sus manos y gobierna todo, puede, si quiere ser algo o alguien pequeño. Es posible que algo grande se achique; pero no es tan sencillo que algo limitado y poca cosa, finito y temporal como el hombre, sea de verdad Hijo de Dios, y partícipe de la eternidad y de lo infinito.Entonces cuando escuches que el Hijo de Dios se metió en la historia, se hizo hombre y se le llamó hijo de David y de Abraham, sus antepasados. ¡No te desanimes! Porque vos y yo somos seres humanos, y en Jesús también podemos ser llamados Hijo de Dios. Él no se humilló sin motivos. Se humilló de esa forma y hasta tal extremo, porque sencillamente quería exaltarnos a nosotros.Él nació según la carne para que nosotros pudiéramos nacer según el Espíritu. Él nació de una mujer, de un ser humano, para que nosotros dejemos de ser simplemente hijos de mujer. Lo que hizo Cristo es grandioso y maravilloso, enlazó la naturaleza divina con la humana; lo suyo con lo nuestro.Jesús, en efecto, es un nombre hebreo que significa salvador. Y Jesús es salvador porque vino a salvar a la humanidad.¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? (Sal. 8,4) Claro que esta pregunta surge como un clamor de admiración viendo esta obra de Dios. Si El valora así la vida; si tan alta dignidad le ha regalado.Porque nos habituamos a convivir con la degradación de la vida humana cada vez que asistimos a la explotación laboral suponiendo que entre un patrón y un empleado existe una “diferencia” en la manera de ser persona. La crisis económica de nuestros pueblos latinoamericanos y entre ellos el nuestro, legitima esta nueva manera de ser esclavos, rehenes del sistema y de otros hombres que ponen rostro a esta desigualdad.¿Podemos seguir celebrando Navidad mientras convivimos con mujeres y niños sujetos de violencia y maltrato porque su manera de ser humanos los hace frágiles? ¿Con viejos que no sirven porque no producen, y son librados a su suerte en soledad? también son frágiles vidas humanas.¿Qué Belén (Casa de Pan) alberga a los muchos que viven revolviendo la basura a los tantos que viven en la calle a jóvenes que son victimas de las drogas? y porque en su mayoría son pobres y “drogones” ¡se lo tienen merecido y ya todos sabemos que así van a terminar!Jesús el Hijo de Dios decidió nacer allí donde la vida humana se parece mucho a la vida de animales, para comenzar desde allí a restaurar la vida humana y llevarla al límite impensado de ser Hijos de Dios.Belén esta lejos de los banquetes ostentosos, lejos de las luces y el bullicio, lejos de los poderosos, lejos de toda distracción superflua.Si queremos vivir “Belén” busquemos dentro nuestro y a nuestro alrededor aquellos lugares donde la vida esta deshumanizada pues es desde allí donde Dios esta obrando, allí esta naciendo, allí está brillando una estrella y ángeles cantando ¡Gloria a Dios en las alturas!Deseo una Navidad para mí y para Uds. y para todos los que queremos un mundo más humano y menos animal. Miremos al pesebre, que podamos seguir la estrella que sale para todos mostrándonos donde queda Belén, y digamos una oración de agradecimiento, repitiendo para dentro y a los gritos: ¡¡Soy hijo, hija de Dios!! ¡¡Sos hija e hijo de Dios!! Somos Hijos de Dios. AménSergio LópezBendecida Navidad querida comunidadArca de Noé y Buen Pastor!

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